septiembre 05, 2007

La discordia. Primera parte

El sendero fue construido, solo para ellos dos.

Ella íntegramente vestida de negro. Botas taco aguja. Labios rojos, como un trozo de hierro incandescente. Pelo lacio. Su cintura bien marcada y sus caderas bailaban al compás que ella misma producía.

Él, de traje negro. Corbata de seda. Maletín en mano. Zapatos recién lustrados. Pelo lacio. Mirada profunda.

Caminaban como si nada les importase, aquel que ose cruzarse por su camino seria eliminado. No hablaban, solo el sonido de su propio caminar los acompañaba. El plan estaba en marcha.

Un giro repentino detuvo el tiempo. Las puertas del edificio no fueron un impedimento. Estaban abiertas de par en par.

El botón del ascensor fue presionado, sus pensamientos estaban muy claros. Sus puertas, sigilosas, con respeto, yo diría con miedo, cedieron obedientes. Sus figuras en los espejos, multiplicaban su imponente presencia. Las puertas se cerraron con vigor, protegiéndolos, como si ellas supieran el valor de lo que transportarían solo por unos segundos.

El 6° piso fue el elegido. Ella bajó primero ya que él, como un verdadero caballero, la dejó descender. Él detrás iba cuidando aquel tesoro que estaba frente a sus ojos.

El pasillo finalizó en una puerta. De su cartera, saco un juego de llaves que utilizó con impunidad para abrirla. Un hermoso departamento se dejó ver. El té no se hizo esperar. Las mazas lo acompañaban perfectamente. El silencio... ese fúnebre silencio, finalizó.

Su dulce voz por fin emitió sonido.

- ¿Vamos? ¿Qué estamos esperando?

- Bueno, lo que pasa es que no tengo ningún apuro.

- Esta bien, pero ya es la hora.

El ascensor los había esperado. Estaba tal cual ellos lo habían dejado. El último piso fue presionado. Una discusión retumbó en todo el edificio. Los gritos alimentaban la letal inyección de violencia y dolor que en sus mentes había sido colocada. Solo duraron unos aterradores e interminables segundos.

El ascensor llegó a destino. Las puertas se abrieron con desvergüenza, sin aquel miedo, ni respeto que alguna vez le tuvieron.

1 comentario:

Cla! dijo...

Mi vida, me encanto lo que lei, vos lo escribiste? Es genial, muy groso...
Mi vida el otro dia te vi y mepuse re feliz por que de verdad tenia ganitas de verte!!!
Bueno espero con ansias la segunda parte por favor eh!!
te amo mi amante mas fiel y lindo!
Besos
Cla!